lunes, 15 de febrero de 2016

EL CORAZÓN ALEGRE HERMOSEA EL ROSTRO...

¿Nos reímos o nos enfurecemos?

(Fotos adquiridas en google)



"Alegra tu corazón que hermosea el rostro"

Queridos lectores:

Otra semana más que ha pasado donde no faltaron aventuras y anécdotas que contar, pero, como siempre digo... ¡qué difícil es comenzar!

Empezaré contado sobre mi casa. Para calentarnos tenemos una estufa de orujo; de esas, que por lo visto se utilizaban en las granjas de gallinas, o algo así.
Con éste son dos años ya desde que la instalamos. Gracias a Dios ya me he hecho con el control de ella. Calientan mucho y no parece muy difícil entenderlas, aunque a veces, es imprevisible lo que pueda ocurrir.
¡Atención!  a quien pueda interesar...
Estas estufas, tienen una llama que es arrastrada por la corriente desde un tiro que se encuentra en la parte inferior de la misma, hacia los tubos de salida del humo.
¿Que creéis que me ocurrió?
Ni más ni menos que me olvidé de echar producto y se agotó. Ya había oído algo sobre lo que ocurre si esto sucede; es más, tenía ganas de saber exactamente a que me enfrentaría, pero ¿la verdad?  no era el momento más apropiado. Acababa de ducharme y me disponía a ir a una cita de médico, al terminarse el producto en el depósito de la estufa, la llama se invirtió, y el humo en vez de salir hacia los tubos de salida, salió por el deposito del orujo.
¡Salto por aquí, salto por allá! ¡corriendo por aquí, corriendo por allá! ¡ay madre mía que peste!
Conseguimos con rapidez mi hija y yo echar más y más  producto hasta que sofocamos la llama, y así, reinvertir de nuevo el funcionamiento. Para ese momento yo ya olííía... (oler no, apestaba) a ¡¡¡fuego purificador!!! JA,JA,JA.
El acontecimiento me retrasó bastante, así que, me marché al hospital con la pestecilla, eso sí, me bañé en colonia para despistar un poco, aunque imagino que mi médico pudo olfatear la mezcla, (que vergüenza y risa me dio al mismo tiempo por dentro)

Fire, Flame, Wood Fire, Brand

En fin, los contratiempos de la vida que pueden amargarte el momento e incluso el día, pero ahí está la lección, aprender  de las malas experiencias sin que tu buen humor se esfume no es fácil, pero tampoco imposible, tenemos dos caminos enfurecernos o reírnos de ello, y yo en esta ocasión escogí reír.
En proverbios 15:13 dice así: El corazón alegre hermosea el rostro...

Solo me queda dar gracias a mi Dios por la vida y por vosotros mis queridos lectores. GRACIAS por vuestro tiempo y deseo que tengáis una preciosa semana, chao chao chao.

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