Actitud ante "El libro de instrucciones"

¡Actitud que nos lleva a aparentes atajos!

Actitud que creo que muchos de los seres humanos desarrollamos, sin ni siquiera, darnos cuenta.

Actitud que nos lleva a errar una vez tras otra, hasta que decidimos tomar el camino correcto para hacer aquello que debería haber sido lo primero.

Me refiero a la manía, al menos por mi parte, de adquirir algún producto nuevo, y no leer las instrucciones, e incluso, no preguntar lo suficiente acerca de ello.

Son aparentes atajos, que nos llevan a grandes quebraderos de cabeza haciéndonos perder entre otros "El tiempo".

               Como ejemplo a esta actitud (valga la redundancia)                                    

Me regalan un móvil,  lo último que se me ocurre hacer  es abrir el libro de instrucciones; compramos una cafetera de cápsulas,  más de lo mismo; adquirimos una estufa de hueso de aceituna hace ya tres años,  por no preguntar a los fabricantes, hasta hoy, no hemos descubierto que un tornillo alojado en un lateral es importantísimo para su buen funcionamiento.

Pero... ¿por qué pasa esto? 

De todos es sabido, que el conocimiento teórico con una pequeña lectura del libro de instrucciones de cualquier aparato adquirido, nos permitirá conocer mejor las posibilidades de su uso a nivel general, y además, de una correcta manipulación y mantenimiento con la que lograremos extender la vida útil del mismo.

¿Te ocurre a ti lo mismo? ¿somos en realidad tan vagos, perezosos, holgazanes? o más bien ¿tercos, tozudos, cabezotas u obtinados?      

                        

Yo era una muchachita de veinticinco años, que al tener a mis mellizos creía que, los bebés debían venir a este mundo con un libro de instrucciones bajo el brazo, sin embargo, con esta actitud era absurdo este pensamiento ¿para qué lo quería, para no leerlo?

Creo sinceramente que esto debe cambiar ¡Ha llegado el momento!

¿Sabías qué… el libro de instrucciones para la vida es LA BIBLIA?

Este, te aconsejo muchísimo que lo leas.

"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.

Grábate en la mente todas las cosas (los mandamientos) que hoy te he dicho,  y enséñaselas continuamente a tus hijos; háblales de ellas, tanto en tu casa como en el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes. Lleva estos mandamientos atados en tu mano y en tu frente como señales, y escríbelos también en los postes y en las puertas de tu casa."

(Deuteronomio 6: 5,6,7,8,9)

Sin más demora gracias queridos lector y amigo por leerme.

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María Soraya