jueves, 6 de julio de 2017

EL ÚLTIMO DÍA DE MARVEY

Autobús, Tren, Metro, Interior, Asientos, Pública

El último día de Marvey



Marvey, de solo cuatro años de edad, había estado soñando toda la noche con el viaje que al día siguiente tendría con su madre Samia hacia el monasterio de St. Samuel. El monasterio está ubicado en las afueras de Menia, a 230 km al sur del Cairo. Para Marvey no podía haber nada más emocionante que montar en ese gran autobús mientras miraba los coches, los campos y los edificios altos al pasar. Pocas veces había viajado en transportes tan rápidos.


Marvey vivía su vida entre el piso pequeño de la familia y el parque de la iglesia copta que se encontraba al otro lado de la calle. Temprano en la mañana, Marvey saltó de su cama y se vistió. Su madre había reservado dos asientos en el bus para Marvey y para ella en el viaje de la iglesia al Monasterio de St. Samuel.

Aquella mañana el autobús iba lleno de familias. Cuando empezó el viaje, comenzó la diversión, las conversaciones inocentes con otros pasajeros y canciones cristianas que se hacían eco en todo el vehículo. En medio de ese tiempo de ilusión y alegría, Marvey se sentó al lado de su madre para comer su bocadillo y disfrutar del viaje por la ciudad y la autovía. A medida que el bus se acercaba al monasterio, dejó el asfalto para empezar a recorrer caminos de tierra.

En solo un minuto, esa mañana tan divertida se transformó en todo lo contrario. De repente, el ambiente pacífico se convirtió en una pesadilla y el viaje alegre en una escena de pánico y gritos mientras el autobús era forzado a detenerse bajo una lluvia de balas.

Marvey no entendía qué pasaba. Vio a su madre gritando histéricamente, pidiendo a Dios misericordia. Entonces, los hombres enmascarados subieron al autobús con sus armas. Aterrorizado, Marvey buscó refugio en los brazos de su madre.

Marvey vió como los hombres, parados en cada fila de asientos, se llevaban las cosas de valor como móviles, dinero y joyas. Escuchó como obligaban a los cristianos a recitar la “Shahada”, sin entender por qué. Vio como los hombres se giraban hacia adelante para apuntar con sus armas a los pasajeros del autobús y como empezaron a abrir fuego.

Su sándwich se cayó al recibir una bala en su cabeza.

El 26 de mayo, Marvey, uno de los niños del viaje al Monasterio de St. Samuel, murió junto a otros 28 hombres, mujeres, niños y niñas. Este es el cuarto ataque multitudinario a cristianos en Egipto en los pasados seis meses.

La historia de Marvey nos recuerda el dolor y el peligro al que se enfrentan los cristianos coptos de Egipto solo por el hecho de creer en Jesús. No nos quedemos callados ante esta injustica y utilicemos cualquier herramienta a mano para que el mundo conozca la realidad de la persecución a los cristianos, al tiempo que clamamos a Dios por justicia y misericordia.

*Nombres cambiados por razones de seguridad. 

Historia real tomada de la página oficial de la organización "Puertas Abiertas". Si quieres saber más de ellos y su trabajo, pincha aquí https://www.puertasabiertas.org/


María Soraya
Dueña de "Un viaje por la vida"

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